La mesa redonda de EntreLíneas 2019, con el título ‘Una patada al olivo: Verdeando la cultura’, no sería lo que perseguimos si no estuviera algo tan nuestro como los verdiales. Por este motivo, al escritor y crítico literario Francisco Morales, la rapera Laly Callejón y el periodista Ignacio Díaz Pérez se suma una fiestera grande, Victoria Castillo, la presidenta de la Federación de Pandas de Verdiales de Málaga.
Victoria Castillo lleva el flamenco y los verdiales en la sangre porque como ella misma dice, “van cogidos de la mano desde que nacieron”. Por eso, no sólo es una fiestera (de su querida agrupación de Santo Pita), sino que junto a otros personajes de nuestra Málaga, como Pepe Molina, es la artífice de que por toda la provincia haya escuelas de verdiales.
Convencida de que “la escuela es lo que mantiene los verdiales” y de que, de no ser por ella, “esto se pierde y volveríamos a lo que éramos antes, una o dos pandas distribuidas por las montañas”, Castillo es una infatigable luchadora de la tradición. Ella encarna el espíritu de esta mesa redonda, la fusión del pasado con el presente que garantiza un futuro para un arte único que no se ha de perder: los verdiales, declarados como Bien de Interés Cultural (BIC) en 2010, reclamando por derecho propio durante años ser también Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, del mismo modo que ya lo es el flamenco.